Francisco Franco
HISTORIA
(El Ferrol, 1892 - Madrid, 1975) Militar y dictador español. Tras participar en el fallido golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y liderar la victoria de las fuerzas sublevadas contra la Segunda República en la subsiguiente Guerra Civil (1936-1939), instauró una dictadura con reminiscencias fascistoides que perduró hasta su muerte y que daría nombre a todo un periodo de la historia moderna de España: el franquismo (1939-1975).
Francisco Franco
Nacido en una familia de clase media de tradición marinera, Francisco Franco eligió la carrera militar, terminando en 1910 sus estudios en la Academia de Infantería de Toledo. Ascendió rápidamente en el escalafón por méritos de guerra, aprovechando la situación bélica de Marruecos, en donde permaneció destinado entre 1912 y 1926, con breves interrupciones: en 1923 era ya jefe de la Legión, y en 1926 se convirtió en el general más joven de Europa.
La brillante carrera de Francisco Franco continuó bajo distintos regímenes políticos: con la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) llegó a dirigir la Academia General Militar de Zaragoza (1928); con la Segunda República (1931-1936) participó en la represión de la Revolución de Asturias (1934), fue comandante en jefe del ejército español en Marruecos (1935) y jefe del Estado Mayor Central (1936). El gobierno del Frente Popular lo alejó a la Comandancia de Canarias, puesto que ocupaba al estallar la Guerra Civil española.
De ideas conservadoras, Franco valoraba sobre todo el orden y la autoridad. Desconfiaba del régimen parlamentario, del liberalismo y de la democracia, a los que creía causantes de la «decadencia» de España en el siglo XX; su postura era representativa del grupo de militares «africanistas» que veían en el ejército la quintaesencia del patriotismo y la garantía de la unidad nacional.
Por tales razones Franco se sumó, aunque a última hora, a la conspiración preparada por varios militares para sublevarse contra la República en julio de 1936. El «Alzamiento Nacional» (eufemismo propagandístico con el que los generales insurgentes bautizaron el golpe de Estado) comenzó el día 17 de julio en la península y el 18 de julio en África, donde se hallaba Franco, razón por la que el régimen identificó más tarde esta última fecha como su momento fundacional.
Francisco Franco
El fracaso de la tentativa golpista en la capital y en buena parte del territorio nacional dio lugar a la Guerra Civil española, que duraría tres años (1936-1939) y llevaría a Franco al poder. Tras pasar el estrecho de Gibraltar al frente del ejército de África, Franco avanzó por la península hacia el norte. El 1 de octubre de 1936, sus compañeros de armas, reunidos en una Junta de Defensa Nacional en Burgos, le eligieron jefe político y militar del bando sublevado.
Franco dirigió la guerra con criterios conservadores, muy alejados de la guerra rápida que propugnaban las doctrinas estratégicas modernas. La unidad impuesta en su bando contrastaba con los enfrentamientos que desangraban al bando leal a la República; la disciplina y la profesionalidad de sus fuerzas, con la politización y el voluntarismo de los milicianos republicanos. La ayuda militar que prestaron la Alemania nazi y la Italia fascista también contribuyó a la victoria final de Franco (1 de abril de 1939).
Terminada la Guerra Civil, Franco impuso en España un régimen de nuevo cuño, inicialmente alineado con el nazismo de Hitler y el fascismo de Mussolini, que eran sus aliados e inspiradores. A pesar de ello, no comprometió del todo a España en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), pues, dada la debilidad en que se encontraba el país, no consiguió de Hitler las desmesuradas compensaciones que pretendía por su apoyo (entrevista de Hendaya); tan sólo envió tropas voluntarias a combatir junto a los alemanes contra la Unión Soviética (la División Azul). Finalizada la conflagración mundial con la derrota de las fuerzas del Eje, aliadas de Franco, su régimen sufrió un cierto aislamiento diplomático, pero consiguió sostenerse, rentabilizando su anticomunismo radical en el contexto de la «guerra fría».
En lo político, Franco instauró desde el principio una dictadura personal de carácter autoritario, sin una ideología definida más allá de su carácter confesional (católico integrista), unitario y centralista (contra toda autonomía regional o reconocimiento de peculiaridades culturales) y claramente reaccionario y conservador (los partidos y los sindicatos de clase fueron prohibidos). Copió de sus modelos fascistas la idea de una jefatura carismática unipersonal (con el apelativo de «Caudillo»), de un partido único (el Movimiento Nacional) y de un vago corporativismo (sindicatos verticales). La represión de la oposición fue feroz (con unos sesenta mil ejecutados sólo entre 1939 y 1945, continuando las ejecuciones políticas hasta 1975).
En lo económico, optó por una política de autarquía que hundió a España en el estancamiento y el atraso, en contraste con la recuperación que vivía el resto de Europa; sin embargo, la necesidad de homologarse con los países occidentales y de reforzar la alianza con Estados Unidos le llevó a una progresiva liberalización económica a partir del Plan de Estabilización de 1959. Los años sesenta (con los «planes de desarrollo» y la influencia política del Opus Dei, ultraconservadora congregación católica) fueron de rápido crecimiento económico, industrialización, apertura y urbanización. Las mejoras materiales facilitaron el mantenimiento de Franco en el poder, a pesar del creciente anacronismo de su régimen; pero también produjeron cambios sociales que hicieron inviable su continuidad una vez muerto el general.
Desde 1969 Francisco Franco había institucionalizado como sucesor al príncipe Juan Carlos I, nieto del último rey de España (Alfonso XIII); tal previsión sucesoria se cumplió tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, pero no fue acompañada de una continuidad política, ya que, sin romper con la legalidad vigente, el nuevo monarca promovió una transición pacífica a la democracia.
CARRERA MILITAR
Franco tuvo que insistir ante uno de sus antiguos mandos en la Academia de Infantería, el coronel Villalba, con su petición de un destino en África al serle denegada en primera instancia, probablemente por su mediocre calificación en la Academia militar. Es destinado a Ferrol, su ciudad natal, donde pasó dos años hasta ser admitida su petición. En estos dos años se refuerza su amistad con Francisco Franco Salgado y Camilo Alonso Vega, personas que permanecerán siempre a su lado.59 Ya en África, en el transcurso de los diez años y medio que permaneció allí, logró una vertiginosa ascensión hasta alcanzar el generalato, convirtiéndose en el general más joven de Europa en aquella época,60 adquiriendo una gran popularidad entre la burguesía española y un prestigio dentro del Ejército que le permitió, a pesar de su juventud, disfrutar de un estatus de igualdad con los más consolidados generales, siendo uno de los militares con mayor ascendencia entre la población en una época clave de la historia de España: la Segunda República. Según afirma Payne, llegó a ser «la figura más prestigiosa del ejército español».61
La guerra de África agravó la fractura entre Ejército y sociedad civil:62 era rechazada por las clases populares, a las que les suponía una sangría de miles de muertos, jóvenes de estas familias que no podían pagar la «cuota» que los librara del servicio militar.63 En 1909 fue el detonante de la Semana Trágica y en 1911 crecieron las protestas ante el recrudecimiento de las campañas en Marruecos;64 estas protestas eran vistas desde el Ejército como antipatrióticas.
Cuando Franco llega a África, se incorpora a un conflicto donde se entrecruzan los intereses de España, Francia y Reino Unido, principalmente, y en el que España se involucra con temeridad por las presiones de un Ejército que quiere resarcirse de las derrotas sufridas en las colonias de ultramar y de una oligarquía financiera con intereses, principalmente mineros, en el Magreb.
También se incorpora a una casta dentro de otra casta: la casta «africanista» de la ya casta militar. En África ya habían muerto miles de soldados y centenares de oficiales; era un destino arriesgado y también un destino en el que las políticas de ascensos por méritos de guerra permitían una rápida carrera militar. Franco se incorpora a un Ejército con un equipamiento deficiente y anticuado, una tropa desmotivada y una oficialidad poco capacitada que repite tácticas que ya habían fracasado en las anteriores guerras coloniales.
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